Ida y vuelta

lunes, junio 26, 2006

La vida se expande

Es una mentira que las ciudades sean los refugios del hombre contra la naturaleza. Y si es así, qué duda cabe de que ha fracasado en ello. Todos hemos visto cómo crecen hierbajos en el pavimento de las calles, cómo en solares abandonados la maleza alcanza alturas de más de un metro y es imposible adentrarse sin machete en esa jungla en el asfalto, cómo algunos animales se han adaptado rápidamente a plazas y jardines, como los gorriones, las urracas, las cigüeñas o innumerables insectos, e incluso ha habido seres que han hecho de la ciudad su hábitat natural, como las palomas, los estorninos y... las ratas.

Nuestro empeño en controlar la naturaleza ha sido en vano, y a veces parece que ella, Ella, se burla de nosotros, como en el caso de una pequeña y frágil ramita que crece dentro de los túneles de acceso al intercambiador de Avenida de América, donde sólo pasan autobuses y no hay rastro de la luz del día, donde la contaminación hace el aire irrespirable, donde el hormigón pretende dejar atrás cualquier rastro orgánico, donde no hay nada, ahí, la Naturaleza ha colocado una fina rama cuyas hojas crecen verdes y frondosas, para escarnio de las máquinas. La más mínima grieta y ¡zas!, la vida se expande, surge el color. ¿Que no hay luz del sol? Habrá que utilizar la de los focos que iluminan el camino, rico en dióxido de carbono, naturaleza lista. Las moles de ocho ruedas nada pueden hacer contra una débil rama que crece a un lado, son demasiado grandes, demasiado bastas, la rama es como una pluma que se escapa entre los dedos. Hagamos un trato con el ganador, pues ella es la que nos puede echar del planeta de una patada en el culo.

7 Comments:

  • Ays, la naturaleza y yo somos incompatibles. O mejor dicho, la naturaleza con bichitos y yo, somos incompatibles.
    Soy de cuidad a lo bestia, pero vamos, de ciudad grande, porque donde vivo ahora me agobio también..

    By Blogger Imogen, at 8:03 p. m.  

  • La flora no me importa tanto pero la fauna de la ciudad es asquerosa de verdad, empezando por las palomas que habría que matarlas a todas.
    Mira que es mal sitio para crecer ese de la estación.

    By Anonymous Anónimo, at 9:10 p. m.  

  • :D Esa rama es la única esperanza, me imagino con rabia el día que un imbécil que por alguna circunstancia se haya bajado del autobús la arranqué...

    By Anonymous Anónimo, at 12:25 p. m.  

  • ... vendrá otra rama, y otra, o musgo, o cualquier cosa. La naturaleza es comunista: una sola rama no puede hacer nada, es frágil, pero las plantas como "clase" tienen la victoria asegurada.

    Y tienes razón, Rigby, la fauna de la ciudad es asquerosa, empezando en las palomas y acabando en los humanos. Todo se corresponde.

    By Blogger Milton Malone, at 1:03 p. m.  

  • Pues me gustaría que hubiera una plaga de langostas siempre y cuando se coman a mis vecinos

    By Anonymous Anónimo, at 3:09 p. m.  

  • Nunca entenderé porque al hormigón y a todo lo demás no se le califica de naturaleza. ¿Simplemente porque lo ha transformado el hombre? Al fin y al cabo la piedra, el agua y la arena forma parte de la naturaleza. El hombre no puede vivir sin ella. Ella sin nosotros sí, y mucho mejor.

    Eso sí, muerte a las abejas.

    By Anonymous Anónimo, at 9:55 p. m.  

  • Con lo bien que se vive en el campo... como diría Cartman, acabemos con la selva

    By Anonymous Anónimo, at 12:55 a. m.  

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