Ida y vuelta

miércoles, enero 11, 2006

El sueño

Ni siquiera había amanecido cuando me monté esta mañana en el bus, temiendo que estuviera repleto, mientras esperaba a que mis gafas empañadas me dejaran ver algo. Efectivamente, repleto. De pie en el pasillo, estaba a punto de colocarme los auriculares cuando vi que justo delante de mí se sentaban una madre y su hija adolescente. Con el ansia de no haber publicado nada en esta bitácora últimamente (es lo que tienen las vacaciones para el que sale de su ciudad todos los días, que no quiere moverse de su casa), pegué la oreja por si había algo jugoso que captar. La hija, como todo adolescente, parecía preocupada por algo. Quizá no acababa de agradarle que su madre la acompañara en el autobús, porque creía que la trataba todavía como a una niña -de hecho, ella llevaba el típico uniforme de colegio concertado y su madre tenía en su regazo la mochila, demasiado limpia para una chica de instituto- o quién sabe por qué. Dispuesto a averiguarlo, resistí la tentación de ponerme música y sumergirme en mi mundo, y presté (disimuladamente) atención. Acto seguido, la niña (la chica, la adolescente, la pre-mujer) se acomodó en su asiento y se durmió. Poco después, la madre la acompañó, por su cuenta, en las tierras de Morfeo.

Miré hacia la parte trasera del autobús: poca gente era la que aguantaba despierta. Algunos ya habían terminado de darle un vistazo a los periódicos gratuitos y estaban cabeceando, otros simplemente parecían que no habían dormido en sus casas. Los que estábamos de pie nos resignábamos a no poder cerrar dulcemente los ojos durante más de treinta segundos y dejarnos llevar por los rincones oscuros de la mente. Sólo se oía el ruido del motor, como un arrullo constante, casi una nana.

Odio tener que levantarme tan temprano.

6 Comments:

  • creo que el sueño en el transporte público es un efecto dominó: ves al de enfrente dormido e inexplicablemente acabas cerrando los ojos, aunque no tengas sueño.
    Yo jamás me duermo, porque soy tan torpe que me pasaría de parada.
    Durante un tiempo dormía en el bus que me llevaba a las opos en BCN, porque era la última parada donde yo me tenia que bajar, pero ahora me bajo en la anterior.....se acabó echar la siesta :(

    By Anonymous Anónimo, at 10:36 p. m.  

  • Muy bueno, de lo mejor que has escrito en este blog... por ahora.

    By Anonymous Anónimo, at 4:58 p. m.  

  • Aquellos tiempos en los que dormía a diario en el asiento de atrás del bus para ir a clase...Sólo eran unos 20 minutos,pero sabian a gloria...

    By Blogger Ángel, at 11:04 a. m.  

  • Marquitos, a ver si empezamos a desarrollar tu capacidad de escritura para los guiones, que me hace falta

    By Anonymous Anónimo, at 1:57 p. m.  

  • Yo también soy de las que consiguen cerrar los ojos en el bus...será rareza del ambiente, o sencillamente que estamos muy acostumbrados a espiar a los demás como para permitirnos dejarnos pasar nada...muy cierto lo de la nana urbana!

    By Blogger Unknown, at 2:46 p. m.  

  • Hey! Acabas de ser seleccionado para hacer una pequeña cadena de blogs. Se trata del MeMe, donde dedicas un post a contar tus cinco manías/rarezas/curiosidades. Es curioso de hacer...y además seguro que le pones algun detalle de los tuyos! ;)

    By Blogger Unknown, at 1:15 p. m.  

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